Aprender durante toda la vida
Muchos dicen que hay una edad para todo. Esto ha llevado en reiteradas ocasiones a que algunos se sorprendan al ver o escuchar historias de adultos mayores que comienzan sus estudios universitarios, que se inscriben en capacitaciones o que nada más y nada menos se gradúan por segunda o tercera vez en una carrera que nada tiene que ver con su profesión actual. Pero ¿quién afirma que aprender tiene un límite de edad o de tiempo?
El mundo se ha vuelto cada día más exigente. Su dinamismo nos desafía a estar informados y superarnos constantemente. Es por ello que hablar del concepto de Lifelong Learning (aprender durante toda la vida) no es una novedad. En 1969 el austríaco Peter Drucker afirmó, en su libro, en Aprender a Aprender, que “en un mundo cada vez más complejo, es indispensable seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida”. Hace décadas que se habla de la necesidad de adoptar un enfoque de educación permanente o aprendizaje continuo, pero habitualmente asimilado al de educación de adultos, asumiendo que la verdadera educación era la del ciclo formal: de jardín a universidad, para pasar después a la etapa de trabajar y, a lo sumo, recibir alguna actualización para realizar mejor ese trabajo.
Hoy, en un mundo post pandemia, en donde se vive la más acelerada y exponencial transformación, en plena era digital, de datos, en una sociedad del conocimiento, se pone en el centro de la escena la habilidad de aprender a lo largo de toda la vida borrando todas barreras entre las generaciones.
Este concepto no sólo se aplica a los adultos, o a aquellos que trabajan, sino a todas las personas sin importar en qué etapa de sus vidas se encuentren. Estamos en un mundo en evolución y nuestra nueva realidad requiere mantenernos activos aprendiendo a toda edad, mientras combinamos distintos trabajos y proyectos. Sabemos que el conocimiento muta y evoluciona, y nosotros lo hacemos con él. Aprender es evolucionar, y la única forma de mantenernos relevantes.
En este sentido, Ariel Urcola, Director de Educación Ejecutiva & Continua de la Universidad de San Andrés desarrolla: "El nuevo rol de las universidades en este contexto, desde sus áreas de Educación Ejecutiva, Educación Continua o de Lifelong Learning, es ser plataforma de encuentro entre generaciones de curiosos aprendices, espacio de innovación, puente entre sectores y oportunidad para el desarrollo de comunidades de práctica". Sin lugar a dudas la pandemia cambió la forma de relacionarnos, de cuidarnos, de aprender y por sobre todas las cosas nos hizo dar cuenta que la vida puede cambiar en un segundo y tener que rediseñarla no es el fin. Atrás quedaron frases como “ahora estudio y luego será el momento del trabajo”, porque es posible reinventarse más de una vez, cambiar de camino, profesión, industria. Se entendió que la vida es un viaje, y no un destino. Ana Salgado, Directora de Diseño de Programas de Educación Ejecutiva & Continua en San Andrés, explica: "En la universidad diseñamos experiencias de aprendizaje y co-creamos journeys flexibles y a medida de personas y organizaciones, donde se generan nuevos sentidos, y sobre todo, muchas más preguntas que respuestas. Lo hacemos en equipo junto a académicos, expertos, practitioners y diseñadores de experiencias, y todos contribuyen realizando curaduría de nuevas tendencias y contenidos, combinando ciencia, conocimientos, desarrollos teóricos, datos de la realidad y gestión del día a día”. La relación con los alumnos y participantes se prolonga en el tiempo y crecen las redes de alumni. Las disciplinas académicas confluyen, las tecnologías se combinan, se borran las líneas de maestro y aprendiz, el conocimiento crece exponencialmente a partir de una nueva diversidad. Porque al fin de cuentas, tal como lo manifiesta Ana Salgado “conocimiento que se comparte, multiplica, nunca divide. Siempre es mejor que todos sepamos más a que sólo algunos pocos sepan más". Según el Lifelong Learning Council Queensland (LLCQ), que se basa a su vez en el Delors Report, hay cuatro pilares a considerar para ponerse en modo lifelong learner: - Aprendé a conocer: desarrollá la curiosidad y cuestioná la realidad - Aprendé a hacer: "aprendé haciendo", experimentá - Aprendé a convivir: trabajá en equipo, colaborá - Aprendé a ser: conectá con tu propósito y planeá tu próximo aprendizaje La invitación a asumir el desafío y ser protagonista está hecha. ¿Cuánto tiempo vas a dedicar a aprender algo nuevo este año, este mes, este día?