FuenteEl Territorio
Artopoulos: “Hoy lo que urge es que los colegios estén conectados”
El sociólogo y especialista en innovación educativa sostuvo que el acceso a internet es clave, que la escuela actual es obsoleta y que los chicos no encuentran contención.
La educación está el centro de un debate constante. Los chicos terminan la primaria sin poder escribir un texto y el secundario sin comprender lo que leen. Los docentes tienen dificultad en el uso de las nuevas tecnologías. Las escuelas no cuentan con computadoras ni conexión a internet. La lista podría seguir porque son muchas las falencias que tiene hoy el sistema educativo argentino, pero a pesar de todo lo que falta, también es bueno mirar todo lo que sí tiene. Por eso, la entrevista al sociólogo especialista en innovación educativa Alejandro Artopoulos buscó organizar un par de ideas que funcionan en algunas escuelas del país, para ver si a partir de esas experiencias se pueden empezar a proyectar los cambios que necesita la escuela argentina para estar acorde con los tiempos que corren. “La escuela de hoy es obsoleta, pero, sin embargo, hay algunos buenos proyectos educativos que se están ejecutando en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Misiones que nos están marcando un norte y que podrían hacerse federales para su implementación en todo el país”, explicó a El Territorio Artopoulos, que actualmente dirige el Centro de Innovación Pedagógica de la Universidad de San Andrés, de Buenos Aires. En ese sentido, destacó las escuelas Proa de Córdoba, que es el Programa Avanzado de Educación Secundaria con énfasis en tecnologías de la información y de la comunicación, que desde el 2014 se implementa en las escuelas de esa provincia con el objetivo de lograr aulas ligadas a las culturas juveniles. También destacó el proyecto de aula inversa en Misiones con la Plataforma Guacurarí, que es “la principal estrategia de digitalización de todos los sistemas educativos del mundo, porque documentar todo lo que se enseña y aprende en un momento en un aula para que pueda ser tomado por otro usuario es fundamental para que se multiplique el conocimiento”. Y agregó a la lista de proyectos que se podrían extender al resto del país la experiencia lograda en Santa Fe, de aprendizaje basado en acontecimientos. Lo que se propone allí son núcleos interdisciplinarios de contenidos que toman las cuestiones que interesan a los estudiantes y hacen un cruzamiento con los ejes centrales de las materias curriculares. Según el entrevistado, “esos proyectos están funcionando bien en Córdoba, Misiones y Santa Fe y podrían extenderse al resto del país como una acción posible en materia de mejorar los contenidos educativos de las escuelas primarias y secundarias”. La conectividad es esencial Una cuestión no menor que es necesaria en las escuelas para que estas estrategias pedagógicas puedan ser implementadas es la conectividad a internet, además de contar con computadoras. “El acceso a internet de todas las escuelas del país es una necesidad que requiere de una intervención federal impostergable aún más urgente que el plan Conectar Igualdad que distribuye computadoras. Hoy lo que urge no es que los chicos tengan una computadora, sino que los colegios estén conectados”, explicó. Desde su punto de vista la conectividad para todas las escuelas del país debería ser hoy una prioridad en materia educativa. “Todavía no hay en nuestro país ningún gobierno nacional provincial o municipal que ponga esta prioridad de tener todas las escuelas con buen acceso a internet”, señaló. “El centro del debate educativo no puede ser la conectividad en las escuelas pero al mismo tiempo ninguno de los proyectos de mejoramiento pedagógico en las aulas, como el Proa de Córdoba, el aula inversa de Misiones o la enseñanza a partir de acontecimientos de Santa Fe pueden concretarse sin acceso a internet”, explicó Artopoulos. De las provincias al país Los tres ejemplos que brindó el doctor Artopoulos al momento de pensar una escuela que sirva para formar en los contenidos que actualmente requiere el mundo, corresponden a experiencias educativas nacidas en el interior del país. Una de esas ideas es el Programa Avanzado de Educación Secundaria con énfasis en Tecnologías de la Información y de la Comunicación que se empezó a implementar hace seis años en la provincia de Córdoba cuando se tomó nota de las nuevas maneras que tienen los estudiantes y las personas en general de acceder al conocimiento a través de tecnologías de la información y la comunicación. “La naturaleza simbólica de las tecnologías de la información y la comunicación en general y de las digitales en particular, ofrecen posibilidades inéditas para buscar y acceder a la información, representarla, procesarla, transmitirla y compartirla; y a su vez, presentan un gran potencial para conformar un entorno formativo más ligado a las culturas juveniles”, se puede leer en el documento del Ministerio de Educación de la provincia de Córdoba que define la lógica de las escuelas Proa. Se trata de un programa de estudios que le permitirá a los egresados obtener el título de bachiller en desarrollo de software con jornadas escolares de ocho horas diarias de permanencia en los espacios educativos de la escuela que combinan la propuesta curricular común, a las que se le agregan horas para clubes de ciencias, arte, deportes y un taller de inglés aplicado. El segundo ejemplo de innovación en materia educativa que resaltó el entrevistado es uno nacido en la tierra colorada. Se trata del programa que dio origen a la plataforma Guacurarí, que se inició en el 2015 pero que cobró mayor relevancia durante la pandemia, porque al suspenderse la presencialidad en las escuelas, permitió que algunos alumnos puedan acceder desde sus domicilios a contenidos educativos certificados. “Este modelo de aula invertida que se aplica en Misiones significa un cambio en el proceso tradicional de enseñanza y aprendizaje, que promueve una participación más activa de estudiantes y docentes en la construcción del conocimiento y en el manejo de los entornos digitales que son fundamentales”, explicó el especialista. Seguidamente explicó que “este sistema de aula inversa permite que los alumnos puedan seguir estudiando en sus casas con videos preparados por los docentes con los contenidos que luego se profundizan en el aula. Un mecanismo que mejora notablemente el aprendizaje porque optimiza tiempos y saberes”. La tercera propuesta de innovación educativa resaltada por el doctor Artopoulos es de la provincia de Santa Fe. “Propone que docentes de los niveles de educación primaria y secundaria de escuelas oficiales de gestión pública y privada diseñen y desarrollen, en equipos de trabajo institucionales, propuestas de enseñanza que atiendan a la configuración de Núcleos Interdisciplinarios de Contenidos (Nic)”, explicó el entrevistado. Seguidamente agregó que “la creación compartida de esos núcleos de contenidos genera ambientes de aprendizaje donde los estudiantes tienen un rol activo que les permita vivir verdaderas experiencias de aprendizaje. De este modo, la escuela recrea el currículum de acuerdo a los criterios institucionales para secuenciar la enseñanza”. De abajo hacia arriba y viceversa En estos debates se encuentran dos miradas. Una sostiene que la crisis del sistema educativo se debe a cuestiones sociales que atraviesan a todas las comunidades y que desde el aula no logran resolver, como por ejemplo la falta de diálogo entre las generaciones, las violencias y las desigualdades sociales. Mientras, la otra sostiene que el problema es que desde los gobiernos no se bajan las decisiones políticas necesarias para dar respuesta a todo lo que se le pide hoy a las escuelas. Según la mirada de Artopoulos “las transformaciones deben venir en ambos sentidos. De abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo y de manera transversal hacia todo el ecosistema educativo, porque todos tienen algo para aportar. No sirven las recetas que se bajan desde arriba en modo orden. El conocimiento requiere la colaboración activa de todos”. Con respecto a las experiencias educativas que se están dando en algunas escuelas de Córdoba, Santa Fe y Misiones, el especialista destacó que “ocurren en el momento en el que coinciden una necesidad emergente desde las bases y un liderazgo en las conducciones que lo encausa, entonces se ponen todas las energías de los actores en un mismo sentido”. El secundario que no enamora Uno de los principales problemas a resolver según Artopoulos es lograr que los jóvenes quieran ir a la escuela. “Hoy muchos van obligados porque sienten que lo que les están enseñando no les sirve y que es una pérdida de tiempo. Por eso, un gran paso es lograr que los chicos disfruten de ir a la escuela y quieran hacerlo porque allí se sienten bien”, señaló el entrevistado. Según el especialista eso se da mucho en las escuelas secundarias y es porque no están organizadas a partir de contenidos de valores que ayuden a construir un proyecto de desarrollo a futuro. “Son escuelas que funcionan con la lógica del siglo pasado. Necesitan un cambio que las ubique mirando hacia adelante”, consideró.