Consumo de carne: Estudio viral escrito por profesores de UdeSA revela una posible clave del talento futbolístico en Argentina
La selección argentina de fútbol ganó la Copa del Mundo por tercera vez en su historia y, como respuesta al éxito, se multiplican los análisis sobre las variables que nos llevaron al triunfo. Según un documento escrito, antes del mundial, por Martín Rossi, profesor del Departamento de Economía y vicerrector académico de San Andrés, y Christian Ruzzier, profesor del Departamento de Economía, una clave detrás del talento futbolístico podría residir en el consumo de carne vacuna. “Nuestro punto de partida fue una observación muy simple sobre el mundo que nos rodea: si mirás la lista de los grandes jugadores de la historia te queda la sensación de que todos nacieron, fueron criados y aprendieron a jugar al fútbol en países en los cuales se come mucha carne. La otra cosa es que provienen de hogares pobres”, indica Ruzzier. El documento de trabajo, que se viralizó a poco tiempo de su estreno, fue publicado en la Red Nacional de Investigadores en Economía (RedNIE), e intenta comprender el éxito futbolístico en países como Argentina, Brasil, y Uruguay.
Con esa idea como disparador, en “Making a Maradona: Meat Consumption and Soccer Prowess” los autores indagaron sobre la curiosa relación entre carne y fútbol. “Cuando tratás de explicar talento futbolístico con físico, habilidades motoras y demás, te queda un residuo muy grande. Hace algunos años, quienes están en el deporte han empezado a prestar atención a cuestiones cognitivas”, plantea Ruzzier. “En la vida del individuo, hay momentos cruciales en los cuales se van formando esas funciones ejecutivas, como la primera infancia. Hay un montón de micronutrientes y proteínas que son súper importantes para el desarrollo; un alimento que tiene todos esos micronutrientes y que es súper fácil de asimilar para el organismo es la carne. Muchas cosas sugieren que efectivamente tener estas capacidades cognitivas te hace un mejor jugador de fútbol”. En países como Argentina, además, la carne es, en comparación a otros países, barata.
¿Pero cómo probar la intuición de que el consumo de carne podría estar correlacionado con el talento futbolístico a partir de su efecto en las capacidades cognitivas? Como Ruzzier explica, “no sabemos cuánta carne comió Messi cuando era chico. Entonces lo que hicimos fue tomar el dato a nivel de país del consumo per cápita de carne por año, en los años en los cuales los talentosos de hoy eran chiquitos”. A su vez, midieron el talento futbolístico a través de la cantidad de jugadores nacidos en un determinado país y nominados al Balón de Oro entre 2016 y 2019. Los países con mayor talento futbolístico, así definido, incluyeron Francia (con 11 jugadores), Brasil, España, Holanda y Portugal (con 4 jugadores cada uno), y Alemania, Argentina, Bélgica, Inglaterra y Uruguay (con 3 jugadores cada uno). Los autores encontraron que, controlando por variables como riqueza, población e interés por el fútbol de cada país, los lugares donde más carne se consumía eran donde más ganadores del Balón de Oro había.
Rossi y Ruzzier consideraron además otra variable para su estudio: el costo de oportunidad de elegir dedicarse al fútbol como carrera profesional, una profesión a la que solo llegan poquísimas de todas las personas que lo intentan. En palabras de Ruzzier, “dedicarse a este deporte tiene un costo personal muy grande, porque para lograrlo se deja de ir a la universidad y de tener un trabajo que puede ser gerencial u obtener ingresos altos por otra vía''. Para quienes tienen menos recursos socioeconómicos, indican los autores, ese costo de oportunidad pareciera reducirse. Al analizar las etapas tempranas de la vida de los 59 jugadores nominados al Balón de Oro entre 2016 y 2019, Rossi y Ruzzier observaron que efectivamente 28 de esos jugadores habían sido criados en hogares de ingreso bajo o medio-bajo en países con alto consumo de carne, lo cual representa más del 47% de los casos.
Para Ruzzier, “la identificación de talento es súper importante en un negocio como el fútbol, que mueve millones y millones de dólares; lo que determina el talento es una conjunción de factores, y uno potencialmente importante es la alimentación.”