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FuenteEl Destape

Dónde va el voto después de las PASO: un desafío para las coaliciones

ESPOP

Las encuestas coinciden en marcar en un escenario parejo entre las principales coaliciones en las PASO del 13 de agosto, tal vez con algún punto de ventaja para Juntos por el Cambio. Pero eso es sumando lo que obtendrá cada precandidato del espacio, la incógnita es cuánto de ese porcentaje conseguirá retener quien resulte ganador de la interna, especialmente en la coalición opositora, donde cada día que pasa la disputa se torna más violenta. Un sondeo de la Universidad de San Andrés reveló que sólo un 47% de los encuestados aseguró que repetirá el voto de las PASO en las generales, el resto se divide entre la duda o la certeza de que no elegirá al adversario interno, algo que obliga a cada comando de campaña a repensar la mejor estrategia. El cuadro se replica también con algunos candidatos distritales.

Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se mostraron el domingo pasado compartiendo el escenario de la derrota en Córdoba capital y prometen repetir el domingo que viene en las elecciones en Chubut. Pero por más puestas en escena que traten de hacer, ni por un momento pueden disimular la grieta interna de la coalición opositora que no hizo más que profundizarse en los últimos días. Sin ir más lejos, este miércoles, Rodríguez Larreta salió a diferenciarse de la insólita propuesta de Bullrich de pedirle un "blindaje" al FMI, a lo que el diputado Fernando Iglesias le respondió recordándole la muerte del cardiocirujano René Favaloro, en un tuit que luego debió borrar. Y todavía faltan más de dos semanas.

Desde el vamos, la puja quedó planteada entre un cambio moderado que plantearía Rodríguez Larreta y el "todo o nada" de Bullrich. Mientras el jefe de gobierno propuso incorporar a JxC al peronismo federal de Juan Schiaretti, la ex ministra siempre se mostró más afín a la derecha libertaria de Javier Milei. En esas condiciones, no es raro que los votantes de las PASO se muestren reacios a votar a sus rivales en las generales.

De acuerdo al minucioso trabajo realizado por la consultora brasileña Atlas Intel -la que mejor pronosticó las presidenciales de 2019-, un 60,3% de los votantes de Rodríguez Larreta en las primarias adelantaron que elegirán a Bullrich en las generales de octubre, pero un 12,4% respondió que elegirá otras opciones y un 6% que se inclinará por Milei. La tendencia es mucho más notoria en el caso de los electores de Bullrich: un 21% respondió que si la ex ministra pierde, en octubre votarán a Milei.

Eso explica la diferencia que muestran los candidatos opositores en los diferentes escenarios de una hipotética primera vuelta contra Sergio Massa. En el primer escenario, Massa obtiene 31,4%, Bullrich 29,4% y Milei 21,3%. En el segundo, Massa lidera con 31,9% y Milei aparece en segunda posición con 25,2% mientras que Rodríguez Larreta queda tercero con 23,5%, afuera de un posible ballotage. Queda demostrado como una buena porción de los electores de Bullrich apoyarían al candidato de La Libertad Avanza en la general. 

El trabajo de la Universidad de San Andrés repite las conclusiones aunque con diferentes porcentajes. La suma de los candidatos de Juntos por el Cambio lleva a la coalición al 28,8% -32,2% con la proyección de indecisos-, de los que Rodríguez Larreta retendría apenas el 18,5% en la general, mientras que Bullrich llegaría al 23,7%. De nuevo, el beneficiado por la posible derrota la ex ministra sería Milei, quien quedaría igualado en la segunda ubicación y peleando el ingreso al ballotage con el jefe de gobierno porteño. En este escenario, suben dos puntos los indecisos.

Estas alternativas obligan todo el tiempo a repensar estrategias. Rodríguez Larreta viene alternando su tradicional perfil dialoguista con el "halcón", de acuerdo a esta oscilación de una medición y la otra. Todo indica que las idas y venidas lo terminaron perjudicando. En cambio, Bullrich mantuvo el perfil duro que mejor le sienta, pero desde su entorno se preocupan en hacer saber que una vez que supere las PASO se mostrará más moderada, cuestión de no ahuyentar al elector larretista. Y en caso de llegar al ballotage, se verá a la Bullrich más mansa que se recuerde. En principio, la disputa por el mismo electorado disparó en los últimos días un cruce de declaraciones entre sus referentes y Milei que hasta hace poco se veía impensable.

Pero, de los conocidos en los últimos días, probablemente el trabajo que más llamó la atención fue el que publicó la consultora Federico González y Asociados. Por un lado, ubicó a Juntos por el Cambio como coalición más votada en las PASO, con Bullrich ganando la interna contra Rodríguez Larreta con cierta amplitud (21,1 a 13,1%). Pero el dato más llamativo no fue ése sino que en el caso que el resultado fuera contrario -es decir, si Rodríguez Larreta derrotara a Bullrich-, un mayoritario 58,6% respondió que votaría a Milei y que apenas un 34,5% permanecería en la coalición apoyando al jefe de gobierno porteño.

La lógica se repite en muchas disputas distritales. La más mentada por estas horas es la porteña, entre Jorge Macri y Martín Lousteau. Parece difícil que el que resulte ganador pueda retener el total de los votantes de las PASO, pero eso no haría peligrar el triunfo de Juntos por el Cambio, dada la hegemonía que viene mostrando en la ciudad autónoma. Más intrigante aparece la disputa entre el larretista Diego Santilli y el bullrichista Néstor Grindetti en la provincia de Buenos Aires. Habrá un adelanto el 10 de septiembre en Santa Fe, cuando se sepa si quienes eligieron en las PASO a Carolina Losada -apoyada por Bullrich y Mauricio Macri- votarán para gobernador al radical Maximiliano Pullaro -respaldado por Larreta y Lousteau-, acusado durante la campaña de vínculos con el narcotráfico.

Si bien la discusión en Unión por la Patria transcurre por carriles más tranquilos, la interna también tiene sus particularidades. Massa siempre sostuvo que el oficialismo debía tener candidato único para resultar el más votado individualmente en las PASO y así dar una idea de posible triunfo presidencial, además de garantizar la gobernabilidad hasta el fin del mandato. Sin embargo, luego fue habilitada la candidatura de Juan Grabois con la intención de contener a los sectores de izquierda, que podrían verse en desacuerdo con una candidatura única del ministro de Economía. Pero en los últimos días surgieron dudas por la posibilidad de que el kirchnerismo duro opte por Grabois y Massa vea afectado su porcentaje, algo que podría poner en peligro resultar el más votado individualmente. 

Además, según el trabajo de San Andrés, un 12% de los votantes de Unión por la Patria en las PASO sostuvo que cambiaría su voto para las generales, en tanto que otro 22% todavía lo piensa. También, con un 66%, se muestra como la fuerza política de mayor fidelidad entre una elección y la otra. No obstante, ese porcentaje minoritario de los que piensan cambiar  y de los que aún lo evalúan, obligará al kirchnerismo a un trabajo de convencimiento de sus votantes. Como parte de esa movida, este sábado, Massa participará de una caravana junto al gobernador Axel Kicillof y al diputado Máximo Kirchner por los municipios de la primera y la tercera sección electoral del Conurbano, la zona más populosa del kirchnerismo. 

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