La Inteligencia Artificial (IA), representada por herramientas como ChatGPT, revoluciona la manera en que se genera contenido y se accede a información, pero también plantea serias preocupaciones ambientales, especialmente en su consumo de recursos como el agua.
Cada 100 palabras producidas en ChatGPT requieren aproximadamente 519 mililitros de agua (una botellita clásica como la que venden en varios sitios), lo que se traduce en un consumo significativo cuando se analiza a gran escala.
Si solo el 10% de la población trabajadora en Estados Unidos utilizara esta herramienta semanalmente, el consumo anual alcanzaría aproximadamente 435 millones de litros, un volumen suficiente para cubrir la demanda de agua de todos los hogares del estado de Rhode Island durante casi dos días. Este consumo, aunque pueda parecer pequeño a simple vista, tiene un impacto creciente al considerarse el uso a gran escala en el contexto global.
En este marco, el Gobierno argentino anunció recientemente un plan nuclear destinado al desarrollo de la IA. Este plan busca integrar el avance tecnológico con la sostenibilidad, promoviendo la investigación y la creación de nuevos modelos de energía que permitan mantener el crecimiento constante de la IA.
Uno de los pilares de este plan es el desarrollo de pequeños reactores modulares (SMR), que ofrecen una solución eficiente para generar energía limpia y constante. Estos reactores son esenciales para sostener las demandas energéticas de las tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, especialmente debido a su capacidad de generar energía sin depender de fuentes intermitentes como el sol o el viento.
Julián Gadano, profesor en la Universidad de San Andrés y director de Política Nuclear en Fundación Argentina Global, explicó en diálogo con Urbana Play, que "la IA es extremadamente demandante de energía, y la Argentina tiene la oportunidad de liderar en este sector al integrar sus históricas capacidades en energía nuclear, que es limpia y eficiente. El desarrollo de nuevos reactores modulares permitirá sostener este crecimiento tecnológico, mientras se optimiza el uso de recursos naturales, como el agua, reduciendo su impacto ambiental".
Además, Gadano subrayó que el verdadero "peso hídrico" de la IA no solo se encuentra en su uso cotidiano, sino también en el entrenamiento de modelos avanzados como GPT-3, el cual consume grandes cantidades de agua en su desarrollo y mantenimiento en centros de datos. La creciente demanda mundial de IA podría requerir entre 4,2 y 6,6 mil millones de metros cúbicos de agua en 2027, una cifra que superaría ampliamente la capacidad de extracción de agua de países como Dinamarca o representaría la mitad del consumo total del Reino Unido.
Cabe destacar que por Cadena Nacional, el presidente Milei anunció: "Nosotros tenemos energía de sobra, tierras frías e inhóspitas de sobra, y recurso humano de calidad. No por nada somos el país con más cantidad de unicornio per cápita de la región".
El mandatario destacó en ese marco, "nosotros no nos vamos a quedar atrás, vamos a diseñar un plan nuclear Argentino que contemple la construcción de nuevos reactores, así como la investigación en las tecnologías emergentes de reactores pequeños o modulares, manteniendo los máximos estándares de seguridad y eficiencia".
Por ello, la combinación de tecnologías avanzadas como los SMR junto con un enfoque en sostenibilidad es esencial para mitigar estos desafíos. El plan nuclear no solo busca posicionar a Argentina como un actor relevante en el desarrollo de IA, sino también como un ejemplo de cómo se pueden aplicar tecnologías avanzadas de manera sostenible, equilibrando la innovación con la protección del medio ambiente.