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FuenteEl Cronista Comercial

¿Empezó el rebote en commodities?: consecuencias de la reapertura de China

foto cronista

La desinversión de curva es otra forma de comenzar a solidificar un bull market del S&P que comenzó semanas atrás y que empieza a descontar una menor probabilidad de recesión. Normalmente el mercado “recuerda” los datos de inflación hasta la publicación siguiente implicando que difícilmente Wall Street abandone el ánimo laxo con el que vinieron operando las tasas cortas desde la semana pasada. En este entorno de desinflación sin evidencia directa de recesión tiene sentido imaginar desinversiones adicionales de curva en respuesta al descuento de una recesión menos inminente.

Se viene observando recientemente un rebote generalizado en casi todos los grupos de commodities tanto energéticos, metales básicos y preciosos y también alimentos. De la mano de un fortísimo rally (suba) en petróleo y de la generalización de las subas se hace obligatoria una pregunta: ¿qué tan relevante es la reapertura de la economía china en este frente? A la vez, ante un mundo que no recesiona y un dólar que se torna cada vez más débil, los commodities y emergentes suelen performear relativamente bien. Una historia nueva comienza a escucharse desde monedas emergentes que de la mano de un rebote generalizado en commodities comienzan a operar mucho más sólidas frente al dólar. Queda pendiente un interrogante aun no descifrado y que sigue vigente desde inicios de año: ¿finalmente habrá comenzado a traccionar al reapertura de la economía china post COVID?

El mes de julio comenzó con dos noticias contundentes desde el frente macroeconómico. Primero, los números de empleo reportados a inicio de mes apuntan a una economía muy resiliente con tasa de desempleo en 3.60% y sin signos aparentes de fuerte desaceleración en la economía real. Segundo, los datos de inflación publicados la semana anterior describen a una economía que desde hace meses viene desinflacionando a velocidad y esto genera la anticipación de un mercado que espera que la Fed quede muy cerca de finalizar su ciclo de restricción monetaria en especial ahora que la inflación núcleo comienza a sugerir signos de abatimiento. Cuanto antes se despida la Fed de su estrategia de suba de tasa de referencia, menos dolor sufrirá el sector real en términos de tasas de interés que lastimen a la economía y menores serán entonces las chances de una recesión contundente. De esta forma, se genera un círculo virtuoso de desinflación que a su vez retroalimenta expectativas de no recesión y precisamente es este combo el que el mercado viene descontando muy agresivamente desde el segundo trimestre del 2023. No es casualidad que el S&P haya comenzado su propio bull market en este lapso.

A nivel macroeconómico, los datos importantes del mes ya son públicos y han sido muy buenos. Para revalorizar este escenario serán necesarios los datos del mes próximo. Hasta que ello ocurra el principal catalizador que le resta a este mes es el reporte de resultados por parte de las principales compañías que cotizan en el NYSE. Dos sectores son especialmente relevantes. Primero los bancos dado que son un riñón muy importante de todo sistema económico por lo que toda dimensión recesiva será capturada en primera instancia por este sector. Segundo, se vienen las tecnológicas grandes las cuales han sido asociadas ampliamente al rally de “Inteligencia artificial” el cual comenzó precisamente con el reporte de resultados del trimestre anterior siendo NVDA quien catapultó al concepto como una fuente sustancial de rentabilidad. El rally en estos papeles ha sido tan espectacular que ahora la vara queda muy alta para esta temporada de reportes de resultados y toda eventual decepción será castigada más aun para un mercado que desde hace semanas exhibe claras señales de sobrecompra.

Dada la no evidencia puntal de señales que apunten a una recesión inminente lo lógico sería esperar una temporada de reporte de resultados que salga aceptablemente bien y si ese es el caso, la dinámica del mercado seguirá dominada por datos macroeconómicos que apunten a la dupla “desinflación y potencial recesión”. En la medida que sigamos observando una dinámica que sugiera desinflación sin recesión, los bears (pesimistas) siguen sin chance para un mercado que desde inicios de año ha sido controlado por los bulls (optimistas). Los principales índices de Estados Unidos están en claro bull market y se comienza a observar un aumento de breadth o sea, la generalización de las subas para un mercado que no encuentra una mala noticia relevante como para vender sistemáticamente. Los últimos datos apuntan a una realidad con tasas cortas bajando en anticipación a una Fed cerca de despedirse de su ciclo de restricción monetaria y dicha realidad es bullish (optimista) équity global, dovish (pesimista) dólar y quizá por primera vez en el año bullish (optimista) commodites. ¿Habrá llegado el momento de comenzar a pricear la reapertura de la economía china?

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