En Argentina, la falta de políticas públicas con el sistema emprendedor podría potenciar capacidades para su desarrollo
Desde 2015, las empresas de la economía digital florecen de manera ininterrumpida a nivel global debido a un aumento en la conectividad a Internet y al creciente uso de smartphones. Esta tendencia se vio acelerada durante la pandemia de COVID-19, cuando el mundo digital encontró nuevas oportunidades de negocio, sobre todo para las pequeñas empresas. Argentina y otros países de Latinoamérica no fueron la excepción. En los últimos años presenciamos un auge de las empresas de tecnología financiera, educativa y comercios electrónicos. Diego Finchelstein, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de San Andrés, reconoce que la región latinoamericana exhibe un enorme potencial de expansión en el sector digital, aún con la devaluación actual en el ámbito tecnológico y las turbulencias económicas y políticas a nivel local.
¿Por qué algunas startups digitales en América Latina florecen y se expanden más allá de sus fronteras? El profesor de UdeSA, junto a la red de investigación que lidera, Emerging Multinationals Research Network, integrada por investigadores de Cornell University, EGADE, Universidad de los Andes, UdeSA, ESAN, ESPM y la Universidad de San Pablo, estudió el vínculo entre las nuevas empresas digitales valuadas en más de mil millones de dólares, conocidas como unicornios, y las características del sistema emprendedor que impulsan su crecimiento y les permiten ampliarse.
La disponibilidad de distintas opciones de financiamiento para las etapas iniciales de las empresas es uno de los factores que fortalecen al sistema emprendedor latinoamericano, argumenta el grupo de investigadores en un artículo publicado en Internext - International Business and Management Review. Las inversiones de capital de riesgo en América Latina durante el 2021 superaron los 15 mil millones de dólares, un 274% adicional respecto del año anterior. Empresas de larga trayectoria, como Techint, comenzaron a financiar a otras más pequeñas y algunos de los inversores más destacados de Silicon Valley ingresaron a la región. Los autores también identifican otros incentivos para estas empresas: la cooperación entre startups, el desarrollo de infraestructura física, estímulos para la formación de talento en nuevas tecnologías, un entorno normativo favorable y programas gubernamentales de fomento. “Argentina es un caso particular en donde el ecosistema emprendedor es bastante fuerte a pesar de la falta de consistencia de las políticas públicas que lo deberían apoyar. Podría ser que la falta de estas estructuras genere incentivos para desarrollar otras capacidades”, explica Finchelstein.
Las empresas de la economía digital en América Latina tienen grandes oportunidades de desarrollo a nivel regional y global. El desafío está en apalancarse en capacidades locales, tales como la flexibilidad, resiliencia, colaboración y fuentes alternativas de financiamiento. “Evitar emular modelos de países desarrollados puede ser muy útil a la hora de competir en el mundo global”, concluye el investigador de UdeSA.
Diego Finchelstein pronto publicará un libro para continuar pensando en el surgimiento y expansión de empresas unicornio en países emergentes.