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En el siglo XX surgió una forma de activismo femenino católico

A mediados del siglo pasado, los roles socialmente atribuidos a las mujeres atravesaron profundas transformaciones en el marco de un proceso de modernización cultural. En una sociedad cada vez más alejada de la doctrina de la iglesia, la Acción Católica Argentina buscó fortalecer la presencia del catolicismo mediante el compromiso activo de sus miembros laicos. La rama femenina de la institución, la Asociación de Mujeres de la Acción Católica Argentina (AMAC), produjo un arsenal de discursos sobre el matrimonio, la familia y la maternidad, en su boletín oficial “Anhelos”. Tras examinar dichas publicaciones, Alejandra Bertolotto, docente de la Licenciatura en Humanidades de la Universidad de San Andrés, identifica el surgimiento de un activismo femenino católico.

En un artículo publicado en Arenal: Revista De Historia De Las Mujeres, Bertolotto observa que la AMAC asumió una postura compleja en el contexto de modernización de la cultura. Al mismo tiempo que mantuvo una postura inflexible frente a los discursos que reforzaban la subordinación femenina, implementó actividades que comenzaron a erosionar las fronteras del ámbito doméstico como el único espacio legítimo para las mujeres. Como pilares de la recristianización, no era suficiente que las mujeres se dedicaran exclusivamente a la caridad, sino que también se requería que desarrollaran capacidades intelectuales para enfrentar un mundo en constante cambio. Las integrantes de la AMAC comenzaron a formarse en distintas disciplinas, tradicionalmente asignadas a las mujeres, e incursionaron de manera gradual en la esfera de la participación política. La investigadora de UdeSA observa que "las mujeres tuvieron que salir de sus hogares para formarse, asistir a reuniones, asambleas, organizar actividades y participar en política, todo ello dentro del marco católico". Asimismo, apoyaron proyectos de acción social dirigidos a mujeres de clase media y baja, con el propósito de educar y controlar a las clases populares.

La cruzada por la moral liderada por la AMAC también asumió una postura ambivalente frente a la cultura de masas. Conscientes del potencial de los medios de comunicación masiva, las mujeres católicas buscaron regular las expresiones que consideraban inmorales, al mismo tiempo que intentaron apropiarse de estas herramientas modernas para fortalecer la moral católica. La institución se involucró en la lucha contra la inmoralidad en espectáculos públicos, cine, teatro, prensa y radio, interpelando a las municipalidades y empresarios del sector para que quitaran de cartelera las obras consideradas inmorales. Simultáneamente, la AMAC promovió la publicación de boletines para difundir actividades, imágenes y normativas con propósitos pedagógicos, además de establecer sus propios programas de radio. 

"Visto de esta manera, la Acción Católica Argentina, a pesar de ser una organización conservadora, introdujo actividades modernas que constantemente desafiaron las normas tradicionales", reflexiona Bertolotto.

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