"Erróneo", "exagerado" e "infantil": fuertes críticas al manual del INADI para el Mundial de Qatar 2022
Un manual de recomendaciones para la cobertura periodística del Mundial Qatar 2022, abonó una suma de críticas por parte de periodistas deportivos y especialistas académicos. El documento de 21 páginas fue escrito por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) junto con la Defensoría del Público de Servicio de Comunicación Audiovisual.
Bajo los ejes de “racismo y xenofobia; violencia en el juego; discriminación; y género y diversidad sexual”, enumera una lista de consejos para considerar a la hora de relatar o comentar el evento deportivo. Según se explica en el decálogo, el objetivo es tomar algunos recaudos para que en la inmediatez y el frenesí del trabajo no se vulneren derechos.
Clarín consultó con distintas personalidades del ámbito lingüístico, académico y profesional si el abordaje de la temática es apropiado. Todas las miradas ofrecen críticas y analizan el campo en perspectiva. ¿Cuáles son los puntos más llamativos para los expertos?
Silvia Ramírez Gelbes es doctora en Lingüística y directora de la Maestría en Periodismo de la Universidad de San Andrés. ¿Es correcto que el INADI emita esta clase de contenido? “Cumple con su función. Le permite construir una imagen institucional y visibilizar su posicionamiento. Quizá exagera, pero es reactivo en función del lugar donde se hace el mundial”, responde ante la pregunta de este medio.
“Está poniendo el acento en expresiones que evidencian incomodidades de distintos colectivos porque las perciben como estigmatizantes. Pero, no van a dejar de existir ni de aparecer porque haya una regla. De hecho, la Real Academia Española (RAE) emite una serie de recomendaciones sobre el uso de la gramática lo cual no impide que los hablantes usen formas que son calificadas como incorrectas por la entidad. Por ello, más allá de los consejos, los y las periodistas deportivos van a decir aquello que les salga, según sus gramáticas mentales, en medio del fragor de los partidos”, interpreta Ramírez Gelbes.
Adriana Amado, investigadora y doctora en Ciencias Sociales y analista de medios, aporta: “Antes que discutir la utilidad del manual, deberíamos preguntarnos si los demás publicados por estos organismos públicos generaron alguna modificación en la sociedad. Las recomendaciones parten de un diagnóstico erróneo y exagerado que no soluciona el problema. No entiendo el impacto ni la lógica de los contenidos. Me parecen inefables, sin correlato con la realidad, y una pérdida de energía. No somos una sociedad con tensiones religiosas y gran parte de las expresiones aluden a esto”, cuestiona.
“El lenguaje tiene un rasgo de simbolismo. La violencia tiene un componente lingüístico pero por cambiar la lengua no se resuelve la violencia. Con esto quiero decir que se sobrevaloran las palabras, asignándoles un poder mágico que no tienen. La palabra en sí misma no tiene una valoración. La valoración está dada por el contexto. Además, creo que se confunden las expresiones de las redes con las coberturas que hacen los medios”, categoriza Amado.
Fernando Ruiz, miembro de Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y experto en comunicaciones y democracia de la Universidad Austral, define que un mundial es también un mundial de estereotipos.
“Por supuesto que en esos contextos ocurren situaciones y expresiones discriminatorias. Pero, la regulación del lenguaje es el peor camino. Hay muchas guías en el mundo con recomendaciones y eso no tiene que ser imperativo. Reglamentar las metáforas, y prohibir que un partido se considere una batalla, es tratar a la audiencia como si fuera un jardín de infantes, o también no reflejar incidentes en las tribunas”, sentencia.
Algunas críticas de las expresiones vedadas
En cuanto al detalle de algunas expresiones, Ramírez Gelbes señala: “No está mal poner en discusión que se hable del autismo, es decir, no nombrar como autista a alguien porque no le supo pasar la pelota a otra persona. Expresar afro en lugar de negro es relativo porque en Argentina tenemos a la negra Sosa. En Estados Unidos el uso del término afroamericano no impidió que mataran a George Floyd. Entonces, usar determinada palabra no cambia de manera radical la cabeza de quienes viven en esa comunidad".
¿Y qué pasa con “ya está viejo para este deporte”? “En esta sociedad parece que es obligatorio ser joven cuando habría que pensar qué pasa con la experiencia y las bondades que tiene la vejez”, señala Ramírez Gelbes. Y Amado agrega: “Si no puedo decir que es viejo para jugar tampoco podría decir que es joven. Si haces una lista taxativa de palabras inconvenientes, todo podría serlo”.
¿Y con “qué belleza la hinchada de Croacia”? “Hay colectivos a los que no les gusta que les digan qué opinan sobre su apariencia cuando nadie se los pregunta”, añade Ramírez Gelbes.
Otra conducta verbal que condena el escrito es reproducir “cánticos o comentarios agraviantes de las parcialidades de los equipos”, entre ellos canciones que le recuerden al otro la paternidad con respecto a los resultados o al número de partidos ganados.
“Es absurdo que desde un manual en PDF se pueda cambiar un cántico en la cancha. Es no entender de dónde viene esa expresión. El fútbol es una actividad competitiva. Todos coincidimos en que se deben eliminar la agresividad y la violencia. La pregunta es ¿cómo lo va a impedir este manual? No sirve para el problema que dice solucionar”, argumenta Amado.
Para el escritor y sociólogo Pablo Alabarces, las expresiones son obvias y pecan de políticamente correctas. “Es saludable que recojan las cosas que hemos dicho durante 20 años. El punto es que lo producen dos organismos públicos que no lo hicieron en la transmisión de mundiales anteriores”, resume.
¿Por qué un Manual para Qatar y no para mundiales anteriores?
"Probablemente, porque estamos en un momento en que la discusión sobre el lenguaje estereotipante y estigmatizante es más fuerte que hace 5 años. Además, el escenario de Qatar puede presentar eventos que choquen con la libertad de género que se promueve en nuestro país. Igualmente, son solo recomendaciones, creo que darle tanta entidad distrae de otros asuntos más importantes como la situación del país", contesta Ramírez Gelbes.
Para Amado hay una sola respuesta. “Creen que tienen que dar recomendaciones especiales porque el mundial se hace en un lugar ajeno al mundo occidental. Se anticipan a enumerar una serie de prejuicios que no me consta que estén en la sociedad”, cuestiona.
Las críticas de los periodistas deportivos
“Toda expresión o campaña contra el racismo o discriminación es una buena iniciativa. Ahora bien, puntualmente este manual está lleno de imprecisiones, parece escrito a las apuradas y el contenido me resulta infantil en algunos pasajes e insólito en otros. No me parece una buena manera de gastar el dinero público”, evalúa Mariano Oliveros, periodista de ESPN.
Gonzalo Bonadeo, conductor y comentarista deportivo, es enfático. Rechaza cualquier insinuación de censura a la libertad de prensa. Está en desacuerdo con cualquier clase de condicionamiento que afecte a la libertad de prensa.
Para Darío D'Amore, periodista de A24 y América TV, el Manual no tiene ningún aporte. “En líneas generales me parece una pavada. Los periodistas sabemos el vocabulario que debemos usar para no generar violencia ni discriminar. Para mí, decir que tal jugador es de raza negra es descriptivo, no es discriminar. Trabajaría más en ampliar la interpretación del oyente, lector o espectador televisivo. Algunas limitaciones terminan siendo discriminatorias por ellas mismas”, detalla.
“Hay un léxico que está impuesto en los estadios de fútbol. Si queremos modificarlo el lugar no es el mundial sino el fútbol argentino. Estoy muy alejado de los insultos de cualquier tipo. Empañan una canción creativa en la tribuna. La paternidad forma parte de nuestra cultura futbolera. El historial en nuestro deporte más popular es gravitante. El INADI tiene derecho a redactar un manual. Hubiera empezado mucho antes y lo intentaría aplicar en el fútbol argentino”, finaliza Sergio Charito, periodista de TN.