La globalización de las imágenes comenzó antes de internet
Suele decirse que internet ha sido clave en la producción y globalización de las imágenes. En el año 2018, un estudio publicado por investigadores de University College of London rastreaba que existían, para ese entonces, por lo menos 160 millones de memes. Sin embargo, la nueva investigación de Lía Munilla Lacasa, profesora titular de la Universidad de San Andrés y directora de la Licenciatura en Humanidades, demuestra que el origen de la circulación de las imágenes a escala global se ubica muchísimo antes del surgimiento de internet, a principios del siglo XIX. “Nuestra cultura como habitantes del siglo XXI es una cultura visual. Leemos Twitter 140 caracteres, no más. Pero consumimos un universo de imágenes diariamente incontable”, explica la autora. “El inicio de esto no fue con la web; el inicio fue en el siglo XIX, cuando se difundió la litografía como medio de reproducción de imágenes y empezaron a surgir periódicos ilustrados y la gente adquirió una cultura visual. Hasta ese momento la cultura era primordialmente letrada, textual; se leía, pero no se tenía una formación visual. Las grandes colecciones de cuadros, por ejemplo, estaban en manos de coleccionistas, principalmente la iglesia, los aristócratas, los reyes. Pero a principios del siglo XIX se da un fenómeno cultural nuevo, el del acceso a las imágenes y por lo tanto de la popularización de su consumo. El mirar imágenes se abrió a un público más heterogéneo. Las personas no estaban ya obligadas a ir a las iglesias para mirar las obras de arte religioso o a las instituciones públicas como, por ejemplo, el Cabildo, para ver los óleos de los personajes históricos. Ahora circulaban impresiones litográficas sobre papel, más económicas y más masivas: ahí está el gran fenómeno del siglo XIX, la popularización del consumo de imágenes”.
En su artículo “El Museo Universal de Ciencias y Artes (1824-1826) o fragmentos de una utopía para el Río de la Plata”, publicado en la revista académica Investigaciones y Ensayos, de la Academia Nacional de la Historia, Munilla Lacasa analiza la historia y contenidos del periódico ilustrado Museo Universal de Artes y Ciencias, que circuló en Argentina entre los años 1824 y 1826 impreso por la casa editorial de Rudolf Ackermann, cuyos archivos la autora rastreó en la National Library de Londres. El periódico recopilaba noticias científicas, literarias y artísticas sobre América del Sur, y contaba con un buen número de imágenes grabadas sobre las naciones recientemente independizadas. Se trata, así, de un caso empírico que ilustra la primera forma de circulación global de las imágenes. Imágenes que no necesariamente pertenecían a la esfera de “los grandes ciclos, las grandes piezas, la gran historia del arte con mayúscula, sino de imágenes divulgadas a partir de la gráfica, que eran impresas, por lo general, con una técnica barata de producción que es la litografía, y muchas de las cuales estaban vinculadas, por ejemplo, con las expediciones científicas europeas que recorrieron el continente americano”, explica Munilla Lacasa.
Esas expediciones científicas contaban con dibujantes que se dedicaban a dejar registro visual sobre la flora, fauna, costumbres sociales, moda, forma de las ciudades y de los elementos naturales de los territorios que recorrían. “Esas imágenes que acompañaron los textos de las expediciones científicas no son solamente registros pretendidamente objetivos, científicos, sino que también concentran una enorme belleza, y son susceptibles de ser abordadas por la metodología y la mirada de un historiador del arte, también con la idea de ver cuál era la imagen de América que reproducían”. Se sitúan, además, en un contexto histórico particular, “en que España abre el continente americano para el resto de los europeos y en que se comienzan a gestar las revoluciones de independencia de América. Un momento en que se abren nuevas posibilidades de comercio entre Europa y naciones ahora independientes”.