Las personas con Alzheimer tienen dificultades para comprender pronombres
La Alzheimer’s Association define dicha enfermedad como un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Entre los síntomas que los pacientes suelen desarrollar se encuentran los trastornos en la producción y comprensión del lenguaje. En un trabajo publicado en Vertex Revista Argentina de Psiquiatría, Carlos Gelormini Lezama, director de la Licenciatura en Comunicación y profesor asociado de la Universidad de San Andrés, reúne estudios experimentales que demostraron que las personas con Alzheimer manifiestan dificultades en la comprensión de los pronombres personales y de otras expresiones anafóricas.
Las anáforas son expresiones lingüísticas que se refieren a un elemento previamente mencionado en el discurso. Por ejemplo, en “Juan se encontró con María; él se puso contento”, el pronombre “él” es una anáfora y “Juan” es su antecedente. “En las personas sanas, la identificación del referente es un proceso cognitivo automático y espontáneo”, explica el profesor de UdeSA. Incluso, la repetición de los nombres propios, como en “Juan se encontró con María y Juan se puso contento”, demora el procesamiento de la oración. Esta reiteración es redundante para lectores u oyentes sanos, dado que el antecedente, “Juan”, permanece en su memoria de trabajo para la resolución de la anáfora, “él”.
Este procesamiento está afectado en la enfermedad de Alzheimer. Gelormini Lezama recuperó estudios en inglés y portugués que compararon la lectura de pronombres personales en personas sanas y con Alzheimer. Ambos trabajos demostraron que a medida que se deteriora la memoria de trabajo disminuye la penalización de la repetición del pronombre. En oraciones que contienen expresiones tales como “él” o “ella”, las personas con Alzheimer fracasan al tratar de identificar de quién estamos hablando. Estos resultados sugieren que “en personas con Alzheimer, repetir los nombres propios los ayuda a establecer conexiones entre frases y les permite procesar el lenguaje con mayor facilidad. Es decir, aliviana las demandas cognitivas implicadas en la resolución de la anáfora”, sostiene el profesor e investigador de UdeSA.
El análisis en personas con Alzheimer revela la interdependencia del lenguaje y otros procesos cognitivos, como la memoria de trabajo, y su relevancia en la resolución de pronombres. Además, contribuye al mejoramiento de la comunicación entre pacientes con Alzheimer y su equipo de salud y familiares. Con este fin, Gelormini Lezama propone algunos consejos: “Elegir expresiones plenas, incluso redundantes, tal como “su esposa, la señora Ada”, en lugar del pronombre “ella”. Evitar el sujeto tácito, ya que una oración como “Llegó temprano” podría referirse tanto a “usted” como a una tercera persona no mencionada. En cambio, explicitar el sujeto diciendo “usted llegó temprano” o “el doctor llegó temprano”. Por último, ayudar a la comprensión del lenguaje con la comunicación no verbal; siempre que sea posible señalar el referente, es decir, los objetos o personas de los que estamos hablando”.