Las plataformas proponen un nuevo modelo de aprendizaje: ¿Qué hará la política pública?
“Mientras escribimos estas páginas, el panorama digital está cambiando rápidamente”, introduce The New Digital Education Policy Landscape. From Education Systems to Platforms, el nuevo libro de Axel Rivas, director, profesor e investigador de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, y Cristóbal Cobo, especialista en educación y tecnología. En 2021, la inversión de capital de riesgo en educación y tecnología en América Latina se quintuplicó respecto al año anterior. A pesar de la acelerada expansión de la plataformización de la educación conducida por el mercado EdTech, las reformas educativas aún se concentran en sistemas educativos arraigados a un territorio físico, con grupos homogéneos de edad, y que funcionan a partir de la obligatoriedad y la regulación certificada de los aprendizajes. Además, persiste una visión antigua de cómo incorporar tecnologías a las aulas, que se reduce a revisar la infraestructura digital. “Mientras las plataformas más avanzadas están creando un ambiente envolvente, en donde los alumnos están todo el tiempo consumiendo aprendizajes, la preparación de los gobiernos para navegar en este nuevo escenario sigue siendo una incógnita”, sostiene el profesor e investigador de UdeSA.
Las plataformas digitales ofrecen recursos y métodos de enseñanza y evaluación actualizados, que funcionan a escala global y a partir de la extracción de datos. Los estudiantes alimentan algoritmos con sus datos personales, que son utilizados para personalizar la enseñanza y alcanzar a más personas, como también para obtener ingresos a partir de su comercialización. La “educación algorítmica” impone a los gobiernos nuevos retos pedagógicos, técnicos y éticos. La ampliación de la brecha digital y la monopolización de la enseñanza en plataformas con fines comerciales requiere capacitar a docentes en nuevas herramientas y elaborar políticas públicas que protejan los datos personales. Los autores del libro, prestigiosos investigadores de diversos países del mundo, expresan distintas miradas que van desde la crítica profunda del efecto de los nuevos mercados tecnológicos en educación, hasta el optimismo del potencial impacto que tendrán las nuevas soluciones digitales. Esta reunión de diversas voces busca pensar la plataformización de la educación como disparador de un debate más equilibrado que aborde la complejidad de los procesos de cambio: quién controla estas transformaciones, cuál debe ser el balance entre las políticas educativas nacionales y las corporativas, y qué pruebas hay de que el aprendizaje será más eficiente utilizando estas plataformas.
En el nuevo escenario de políticas educativas digitales, Rivas destaca la necesidad de crear instituciones públicas de vanguardia. El Plan Ceibal en Uruguay es un ejemplo de integración exitosa de tecnologías digitales a la educación. “Argentina debería tener un INVAP —empresa estatal líder a nivel global en investigación aplicada sobre energía atómica— pero dedicado a la educación. Este campo está en un gran signo de interrogante; hay ideas y plataformas circulando que representan una oportunidad para que la política pública pueda ampliar sus capacidades de acción. Si el Estado no trabaja la innovación, sistemáticamente queda en desventaja y no se puede dar el lujo de estar un paso atrás”, señala Rivas.