Buscador UdeSA

Filtrar búsqueda por categorías
FuenteEl Cronista

Las tasas de interés intentan estabilizarse: ¿queda muy lejos el piso en Wall Street?

Es probable que los dos muy buenos datos de inflación de Estados Unidos reportados el martes y miércoles de la semana pasada abran la puerta a un período de tasas tranquilizándose. Concentrándonos en un escenario estrictamente macro-monetario, lo dicho por Jerome Powell en el último FOMC tiene un efecto duradero en los mercados. Ese efecto es dovish (monetariamente laxo): a Wall Street le encanta escucharlo y ha generado una razonable overperformance de tecnológicas.

Dos dimensiones vienen operando en simultáneo para un mercado que anticipa un 2023 mucho más dovish que 2022:

  • Futuros de eurodólar anticipan sendero de baja de tasas de 2023 a 2026, y eso es muy buena noticia para el équity global
  • Con mucha volatilidad, la tasa de 30 años intenta operar sistemáticamente por debajo de 3% como pareciera que va a ser el caso en lo que resta de 2022

La 30yr es probablemente la variable que más impacta a los papeles tecnológicos dada su relativa mayor duration, por lo que una reducción sostenida por debajo del 3% debería generar overperformance en tecnológicas. 

Dado cómo ha cambiado rotundamente el escenario del segundo semestre comparado con el vigente en el primer semestre, es razonable esperar una overperformance sistemática de tecnológicas sobre cíclicas en lo que resta de 2022.

Si se sostiene una baja en la tasa de 30 años, dada su relativa mayor duration, las tecnológicas deberían seguir siendo beneficiadas, tal como vino ocurriendo en estas últimas semanas. 

De esta forma, dos desaceleraciones comienzan a operar en simultáneo de cara al cierre de 2022:

  • La inflación medida por ISM precios ya dio para abajo, y así también ocurrió con el CPI y PPI de la semana pasada, lo cual es una excelente noticia
  • La economía real viene mostrando desaceleraciones fuertes, lo cual aumenta el fantasma de la recesión: sería una clara mala noticia, no convalidada aún

De esta forma, deberemos por largos meses observar cuál de estas dos fuerzas se termina imponiendo en los activos de riesgo, sumado a una Fed que ha dicho algo que no comentaba desde 2021: "No sólo estoy mirando a la inflación, la economía real nos importa también".Esa fue la primera frase del último statement del FOMC y me atrevo a calificarla como "la primera buena noticia de un muy pesimista 2022".

En este contexto, ha aumentado sustancialmente la probabilidad de un pivot (cambio de rumbo monetario) de la Fed. ¿Cómo se definiría pivot en este contexto? Pausar en la suba de tasas sería la versión pivot 2022. Y para pausar el mercado todavía descuenta una suba de aproximadamente 50BPS en el FOMC de septiembre y otra de 40BPS en el FOMC de diciembre. 

El pivot no significaría baja de tasa de referencia sino pausa en la suba de tasa de referencia. Desde ese pivot, Wall Street ya descuenta tres años de bajas de la tasa de referencia y eso debería nuevamente retroalimentar toda burbuja que pulula en Wall Street.

Es importante tener en cuenta para los próximos meses dos factores que son muy relevantes para intentar sostener este momentum positivo en activos de riesgo a nivel global:

  1. Que la 30yr yield empiece a operar cómodamente sub-3%, como parecería ser el caso. Dada la debilidad que se percibe en la economía real, nada parecería indicar un cambio de esa tendencia
  2. Que el petróleo se quede operando cómodamente sub-100 y que el resto de los commodities ya opere lejos de máximos de 2022, en clara tendencia deflacionaria

El escenario descripto en estos últimos dos puntos parecería ser el que se empieza a incubar en Wall Street. La debilidad de la economía real por ahora se celebra porque implica un freno en el tono hawkish (restrictivo) de la FED ante el riesgo de que el daño ya hecho sea tan grande que nos enteremos de una formidable recesión de cara al cierre de 2022 o inicio de 2023. Ese es el fantasma que da esperanzas a los bears (pesimistas). Para saberlo habrá que esperar

El veredicto de la earning season, con bancos y las big techs habiendo ya reportado, ha sido positivo. Esto, sumado a una Fed dovish, alimentó un fuerte rally en activos globales. Mucho analista en Wall Street ya se viene dando vuelta como una media e insinúa que "el bear market podría haber culminado" ante la aparición del mejor aliado de los bulls (optimistas): "Una Fed pivoteando en breve" y tornando todo nuevamente más bullish (positivo). 

Con una tasa de 30 empezando a operar cómodamente sub-3% se empieza a abrir una ventana en donde las tecnológicas debieran overperformear a las cíclicas y achicar los 13 puntos porcentuales de diferencia que, por el momento, el Dow le saca al Nasdaq.

La locura todavía no termina. Resulta razonable anticipar días verticalmente rojos y verdes dado que hay muchos fantasmas que todavía preocupan a Wall Street. Pero también es cierto que en algún momento del año deberá decididamente 'pintar de rosa' a mucha cartera de clientes que está muy en rojo.  

Con un poco de suerte y no descartando todavía días muy rojos, quizá lo peor esté pasando, quizá el mercado haya ya hecho mínimos y quizá ande con ganas de despedirse del bear market. 

Todavía existe muchísima volatilidad en ambos extremos de la curva. El mercado todavía no está plenamente convencido respecto al sendero probable a seguir por la Fed. Y, además, quizás estemos frente a la Fed más confusa y confundida de los últimos 50 años. El 2022 fue, en estos 7 meses, un año infumable. Las cosas no mejorarán de un día al otro, aunque pareciera que el mercado quiere hacer pie a estos niveles. Lo cual, de confirmarse, sería una muy buena noticia para los bulls.

Este sitio utiliza Cookies