Llevar un ritmo frenético con énfasis en la productividad laboral a menudo nos lleva a sacrificar tiempo de ocio y de descanso en pos de alcanzar metas o exigencias. Esto puede derivar en una “pobreza del tiempo”, que es el término empleado para definir la influencia de la escasez de tiempo en la población, especialmente los trabajadores y los sectores con menos ingresos. Se refiere a la falta de tiempo disponible para el ocio después del que se destina al trabajo, tanto remunerado como no remunerado; en este último se incluye, por ejemplo, el transporte al trabajo, las labores domésticas y el cuidado de los hijos y mayores. Se considera que alguien es víctima de pobreza del tiempo cuando no dispone de más de dos horas de ocio al día.
Este problema no solo limita la libertad para el desarrollo personal; también tiene graves consecuencias negativas en el ámbito social y en la propia salud, tanto mental como física. ¿Cómo dar respuesta a esto en Latinoamérica, donde más del 30% de la población no tiene tiempo para sí? “Nos interesa investigar y legislar el tiempo porque es un nuevo modo de repensar nuestros hábitos cotidianos, lo que hacemos al ir a trabajar, al descansar, al compartir momentos del día con los nuestros. La pandemia forzó la necesidad de repensar los horarios laborales y de descanso y llevar esta discusión a los marcos regulatorios”, explica Gonzalo Iparraguirre, antropólogo, escritor y miembro del Laboratorio del tiempo y la experiencia (Litera) de UdeSA, y coorganizador del capítulo local.
¿Alcanza con reducir las horas de trabajo? ¿O alternar los días entre home office y estar en la oficina? ¿cómo se valoriza el multitasking? Si se trabaja desde casa y se cuida a los hijos, ¿qué valor tienen esas dos actividades simultáneas? Las políticas del tiempo abren estos temas en ambas direcciones: hacia la ciencia para producir conocimiento actual, y a los políticos para legislar y regular ese conocimiento y su impacto social. “El derecho al tiempo es una nueva forma de reflexionar sobre las relaciones entre libertad, trabajo, ocio, descanso y producción. Lo desafiante es articular la producción de conocimiento científico con la toma de decisión política. Este es el gran desafío que nos propone el derecho al tiempo”, resume Iparraguirre.
“La importancia del tiempo de sueño es también fundamental y poco sabemos de nuestra cronobiología: precisamos campañas de concientización sobre la importancia del sueño, teniendo en cuenta su efecto en la salud, la enfermedad y el envejecimiento, la relevancia de la iluminación laboral adecuada por ejemplo, ya que la luz es la nafta del reloj biológico. Hoy se calcula que el costo de los trastornos de sueño alcanzan entre un 1 y un 2,5% del PBI en muchos países y estamos trabajando para medir esto en Argentina”, cuenta Diego Golombek, especialista en cronobiología, profesor de UdeSA y disertante del foro.
Por todo esto, a partir de este martes 6 de junio y hasta el 30 se celebra el “II Foro Iberoamericano de los Horarios y el Tiempo”, con el objetivo de debatir y avanzar en cómo el derecho al tiempo puede incluirse en la agenda socioeconómica y política de Latinoamérica, con la participación de instituciones públicas, académicas y de la sociedad civil. Además de los eventos virtuales, esta edición tendrá eventos presenciales en España, Argentina, Colombia y México, con 60 oradores de toda Iberoamérica.
Durante todo el mes habrá eventos presenciales e híbridos coorganizados con organizaciones de Latinoamérica; los días 8 y 9 sobre tiempo y temporalidades, con la Universidad Autónoma Nacional de México y el Seminario de Estudios sobre el Tiempo; el día 15, sobre tiempo de calidad de cuidados para las personas, con la Asociación Iberoamericana de Bancos de Tiempo, el día 16, sobre investigar y legislar los nuevos usos del tiempo en Argentina, con la Legislatura de Buenos Aires y el Laboratorio del Tiempo y la Experiencia; el día 22, sobre las políticas del tiempo metropolitanas, con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y la corporación Contigo Colombia y el día 29 y 30, introduciendo las políticas del tiempo en la Women Deliver, con la Alcaldía Mayor de Bogotá. El II Foro Iberoamericano de los Horarios y el Tiempo está coorganizado por la principal asociación mundial que promueve las políticas públicas del tiempo, la BTUI, y DIPLOCAT e instituciones asociadas en cada país participante, todas las charlas son gratuitas y requieren inscripción en este link.