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Los factores ambientales y sociales influyen en el envejecimiento del cerebro

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El ritmo al que envejece el cerebro varía entre individuos, generando una brecha entre la edad biológica estimada del cerebro y la edad cronológica de la persona. Esta diferencia, conocida como brecha cerebral, está influida por factores como la desigualdad socioeconómica y de género, la contaminación ambiental, el acceso limitado a servicios de salud de calidad y los bajos niveles educativos. Medir esta brecha es fundamental para comprender tanto el proceso de envejecimiento del cerebro, como el desarrollo de enfermedades cognitivas, especialmente en poblaciones como las de América Latina y el Caribe, que enfrentan importantes disparidades. En una investigación publicada recientemente por la revista Nature Medicine, Agustín Ibáñez, investigador del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés, junto a un equipo internacional de investigadores, presenta un modelo para estudiar el impacto de diversos factores sobre la salud cerebral

Los investigadores desarrollaron un modelo para capturar la disparidad en la edad cerebral de individuos con características diversas. Utilizando imágenes y registros de la actividad cerebral de 5.306 personas sanas y con afecciones neurodegenerativas leves y avanzadas de siete países de América Latina y el Caribe, y de ocho países fuera de la región, obtenidas mediante resonancia magnética funcional y electroencefalografía, aplicaron algoritmos de aprendizaje automático para predecir la edad cronológica de los individuos. Esto les permitió calcular la brecha cerebral y analizar los factores que influyen en la velocidad del envejecimiento cerebral. El principal factor predictivo de una mayor brecha cerebral es la presencia de trastornos neurocognitivos, siendo la enfermedad de Alzheimer la más determinante. Además, los factores físicos y sociales, como la desigualdad socioeconómica, la contaminación atmosférica y la carga de enfermedades transmisibles y no transmisibles, aceleran el envejecimiento cerebral. En particular, las poblaciones de América Latina y el Caribe, marcadas por grandes desigualdades, presentaron edades cerebrales más avanzadas en comparación con otras regiones. Los investigadores también destacaron las diferencias de género en el envejecimiento cerebral, al observar que las mujeres con Alzheimer en América Latina y el Caribe mostraron mayores brechas de edad cerebral en comparación con los varones.

Los factores ambientales y sociales pueden acelerar el envejecimiento cerebral, lo que sugiere que revertir estos patrones podría reducir la brecha entre la edad cronológica y la cerebral, promoviendo un envejecimiento más saludable. Para ello, es fundamental investigar qué factores influyen en el envejecimiento cerebral en distintas comunidades, identificar a las personas en riesgo y desarrollar intervenciones específicas para prevenir estos efectos. "Por ejemplo, en regiones agrícolas expuestas a químicos, técnicas asequibles como la resonancia magnética funcional y la electroencefalografía podrían evaluar el impacto de la contaminación química en el envejecimiento cerebral y, de este modo, reducirlo drásticamente. Esto es, en última instancia, una inversión en capital humano. Cuanto más rápido envejece el cerebro, menores serán las capacidades", explica Ibáñez.

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