Se realizó la primera reunión de Cultura de Dar. Con sede en el Auditorio de OSDE en Buenos Aires, el objetivo fue presentar los resultados completos de las investigaciones realizadas en 2022.
Además de las cabezas de Cultura de Dar, quienes presentaron la investigación “Los Argentinos y las Donaciones”, se dio la participación de panel de autoridades del sector social como Carola Giménez, de AEDROS, Mercedes Aranguren, de la Confederación del Sector Social, Javier García Moritán, del Grupo de Fundaciones de Empresas, y Mariela Bielski, de RACI.
Las conclusiones del estudio determinaron que todavía son pocos los argentinos que donan dinero. También, que quienes no lo hacen opinan que es más valioso donar bienes y tiempo, y no dinero.
Por otra parte, se estableció que la confianza está muy relacionada con el comportamiento de donar. En ese aspecto, también se arribó a la conclusión de que bajó la confianza en las OSCs en los últimos años.
Más allá de los resultados completos del estudio, que se pueden ver en culturadedar.org, se estableció que los argentinos ocupan la posición 56º en el mundo en términos de la cantidad de gente que aporta dinero a las organizaciones de la sociedad civil (OSCs). No es un buen ranking, porque estas instituciones realizan aportes muy importantes a la sociedad y al medio ambiente y su principal desafío hoy en día es el financiamiento de sus trabajos.
La Iniciativa Cultura de Dar es encabezada por tres convencidos de que la labor de las OSC tiene que ser apoyada fuertemente: Mary Teahan, de la consultora Qendar-Marketing Humano para una Sociedad Mejor, Gabriel Berger, quien dirige el Centro de Innovación Social de la Universidad de San Andrés, y Constanza Cilley de Voices! Consultancy. El objetivo de Cultura de Dar es fomentar el financiamiento de la OSCs a través de información, investigación y mucha comunicación.
En el largo plazo, la Iniciativa pretende cultivar una “cultura de dar” en el país, logrando que los argentinos como personas, como empresas y como instituciones entiendan como un valor y un deber ser solidario y compartir con la sociedad parte de lo que tienen gracias a su educación, esfuerzo e ingresos o patrimonio en la forma de cooperar con las OSCs. Además, desde la organización insisten en que participar en la comunidad debe ser "un hábito, una expectativa y un estilo de vida. La gente, las empresas y las instituciones se unen a la vida en comunidad y contribuyen con su tiempo, conocimientos y dinero cuando la cultura apoya y alienta este comportamiento".