El pasado 12 de septiembre tuve el privilegio de asistir, de manera presencial, a la celebración de los primeros 25 años de Forética en su Foro ESG Spain 2024 –Corporate Sustainability Forum, en la ciudad de Madrid.
Desde 1999, Forética se posiciona como la organización referente en sostenibilidad y responsabilidad social empresarial en España. Su misión es integrar los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno en la estrategia y gestión de empresas y organizaciones. A través de tantos años, muchos de nosotros hemos consultado y estudiado a partir de las publicaciones y estudios realizados por esta institución.
En #ESGSpain2024, un equipo de enorme calidez y profesionalismo coordinó un evento de alta concurrencia en el Auditorio Nacional de Música, con una combinación creativa de piezas musicales en vivo y múltiples paneles de diálogo sobre la sostenibilidad en España. Fue una jornada amena pero intensa, en la que reflexionamos sobre el presente e imaginamos los futuros posibles en los próximos 25 años para un mundo cada día más complejo.
Europa se prepara con frameworks mandatorios de ESG basados en múltiples directrices para grandes empresas y sus cadenas de valor, de taxonomía, debida diligencia y reporting. Las empresas deben comprender, prepararse y asentar sus mecanismos y procesos. Hay quienes se anticiparon y ya están preparados. Hay otros que se están adecuando a lo que viene, y finalmente hay algunos que todavía no están convencidos. Uno de los panelistas de la jornada confesó que el auge normativo a veces excede la capacidad de las empresas.
En términos de diseño organizacional, me sorprendió María Paola Chiesi, vicepresidenta de Grupo Chiesi, cuando resaltó que el área de sostenibilidad se fusionó con el área de estrategia de la empresa, representando la centralidad de la sostenibilidad para el negocio.
Durante el evento, se profundizó en el enfoque y la gestión de riesgos, el interés financiero por la sostenibilidad y la necesidad de generar ventajas competitivas a partir de ello. Algunos resaltaron los dos nuevos champions de la sostenibilidad, las áreas de compras y finanzas. Y por tanto, la necesidad de reconvertir estilos de liderazgo y modelos de gestión.
Invitados expertos y directivos de empresas marcaron fuertes posiciones en torno al temario de la jornada. Les comparto algunas de las frases que más me resonaron:
- La sostenibilidad no es un tema moral sino un tema material.
- La agenda ESG no se diferencia de la agenda de negocios.
- ESG no es un tema de compliance sino de liderazgo.
- Debemos formar a los equipos en un liderazgo responsable.
- Las finanzas están casadas con la sustentabilidad.
- El reto no es solo para las grandes empresas sino también para las pymes y la sociedad civil.
- ESG es “casi” la licencia para operar.
No solo contemplamos las prioridades ambientales (descarbonización, resiliencia energética o biodiversidad). También surgió el discurso estratégico de la sostenibilidad social, la guerra feroz por el talento, la primicia del TISFD, el concepto de living wage, la necesidad de una transformación sistémica, la transparencia y calidad de los datos como clave, por nombrar algunos retos de la compleja agenda empresarial.
La sostenibilidad aparece como un mecanismo de creatividad e innovación, según comentó Jan Noterdaeme, co-fundador y Asesor Senior de CSR Europe. Es un catalizador de los negocios, una oportunidad y una ventaja competitiva no solo para las empresas españolas sino para toda Europa. La sostenibilidad es de gran importancia financiera, con fuertes restricciones pero también con interesantes incentivos.
Me quedo con una reflexión final de María Mendiluce, CEO de We Mean Business Coalition y una de las 100 líderes del cambio climático en el mundo, quien me inspiró con su discurso amable pero contundente. Nos habló de los últimos 25 años y de los próximos 25. Nos invitó a viajar al futuro en un mundo muy complejo: “Tenemos las bases para construir un futuro mucho más sostenible. Dentro de 25 años, tendremos distintos retos pero estoy segura que desde luego estaremos mucho mejor que como estamos ahora”.
Al regresar a Argentina, me pregunto cuántos caminos vamos a recorrer para tender puentes que fortalezcan la competitividad y las capacidades de las organizaciones de Europa en América Latina, y de manera recíproca, el progreso de las empresas proveedoras desde nuestra región hacia el mundo.
Tenemos un reto, construir un mundo más sostenible con una conciencia ecológica, ética y de igualdad. Un equilibrio saludable para una economía sostenible. Tenemos herramientas en y más allá del compliance: la educación, los nuevos liderazgos, las redes de colaboración, una visión de negocios estratégica y más robusta, y nuevos modelos de negocios.