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FuenteTélam

Revincular alumnos y ampliar el calendario, los ejes para revertir la caída en los aprendizajes

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El sistema educativo argentino, al igual que en todo el mundo, fue sacudido por la pandemia, que amplió las brechas y desigualdades ya existentes, ante lo cual la Nación y las provincias privilegiaron este año los consensos y acuerdos pedagógicos con el propósito de promover el regreso a las aulas de los alumnos, sobre todos de aquellos en condición de vulnerabilidad socioeconómica, y sus aprendizajes. 

Así, llegaron los convenios interjurisdiccionales suscriptos en materia de extensión de la jornada escolar en el nivel primario, la fijación de un mínimo de 190 días de clases, el seguimiento más pormenorizado de la trayectoria escolar de todos los alumnos del país y la distribución masiva de libros. 

Esas fueron las primeras medidas tomadas tras conocerse los resultados de las pruebas Aprender, que se tomaron a fines del 2021 y que midieron el impacto que tuvo la pandemia en los aprendizajes y en las habilidades emocionales de los alumnos. 

Tal como se esperaba, se registraron en algunas provincias descensos en los niveles de aprendizaje tanto en Lengua como en Matemática por debajo de los pisos mínimos requeridos. 

"Pudimos constatar lo que era una hipótesis muy clara: la pandemia afectó a los alumnos más desfavorecidos. Lo hizo más en Lengua que en Matemática probablemente porque ya en esta última el aprendizaje estaba muy bajo y no había más por empeorar", dijo a Télam Axel Rivas, integrante del Consejo de Calidad Educativa del Ministerio de Educación. 

El también director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés agregó que "en Lengua habían levantado y se retrocedió. El diagnóstico de resultados es muy crítico no sólo por la pérdida de días de clases, sino por las dificultades emocionales que atravesaron los alumnos en la pandemia". 

Para empezar a revertir estos resultados, se profundizó el programa "Volvé a la escuela", que atacó la desvinculación de casi 1,5 millones de alumnos del sistema educativo durante la pandemia. 

Este programa fue incorporando de modo progresivo a los alumnos a la escuela y, según fuentes oficiales, ya no quedaban niños sin escolarizar hacia fines de este año. 

Además se decidió aumentar a 190 el piso mínimo de clases en todo el país, medida que amplió lo estipulado en la Ley Nacional de Educación que fijaba un mínimo de 180 jornadas. 

Estas medidas fueron aplicadas de acuerdo al calendario escolar de cada jurisdicción, por lo que algunos distritos las clases se extendieron hasta mitad de diciembre y en otros empezaron a mediados de febrero. 

Como complemento, el ministro nacional de Educación, Jaime Perczyk, anunció en abril pasado el incremento de una hora más de clases en las escuelas primarias, para reforzar la enseñanza de Lengua y Matemática, lo que equivale a 38 días más de escolaridad. 

A la fecha, 21 provincias más la ciudad de Buenos Aires adhirieron a esa iniciativa y en diciembre se anunció que La Pampa también adheriría. 

"Este año sumamos 5 millones y medio de horas de enseñanza de Lengua y Matemática en 20 de nuestras 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", precisó Perczyk.

"Trabajamos para generar propuestas que tengan consenso y legitimidad y que se puedan construir en el largo plazo. El gran desafío es que las políticas educativas crezcan y se sostengan más allá de los cambios de gobierno", dijo a Télam Axel Rivas, presidente del Consejo de la Calidad Educativa del ministerio.

Además, se implementó la compra de libros de lengua y matemática para escuelas de todo el país. "En 2022 compramos más de ocho millones de libros de texto para que cada estudiante de nivel primario tenga su propio libro y lo pueda llevar de la escuela a su casa y de su casa a la escuela", indicaron voceros del Ministerio de Educaciòn. 

"Esto les permite seguir estudiando fuera del aula y ahorrar tiempo a las y los docentes en el copiado de los ejercicios, para que de esta manera se concentren solo en la tarea del aprendizaje. En 2023, vamos a volver a implementar esta política pública que dio resultados concretos dentro del aula y a distribuir nuevamente libros para la primaria y ampliaremos a la secundaria", enumeraron.

Cambios en la escuela secundaria

Además, este año, algunas provincias empezaron a debatir cambios en la escuela secundaria. Así Santa Fe, Mendoza y Formosa aplican modificaciones en el regimen académico y de promoción, Misiones en la "enseñanza mediada por la tecnología", en Tucumán el "Planea" que liga los programas de enseñanza a lo sanitario, mientras que Río Negro, Entre Ríos y Buenos Aires avanzan en los debates.

Rivas explicó que la reforma del nivel medio y las modificaciones a la formación y a la carrera docente "son grandes temas que están pendientes en la Argentina" para 2023. 

Detalló que otro punto que se logró trabajar es en la implementación del programa Sinide, un sistema de seguimiento de la trayectoria de los alumnos que busca prevenir dificultades y situaciones de abandono escolar". 

Rivas destacó que el mundo educativo "quedó sacudido por la pandemia y los países de América Latina lo sufrieron muchos más que el resto del mundo, porque tuvieron interrupciones de clases más largas. En la región fueron dramáticas la ampliación de las desigualdades". 

Por su parte, Victoria Zorraquín, investigadora en educación, dijo que otro de los cambios profundos evidenciados en este período pospandémico es la participación activa de las familias en la educación de sus hijos e hijas.

"Esto lo vemos más en las comunidades chicas", detalló la especialista, para quien, de cara al futuro, asoma una oportunidad: "El repensar muchas cosas, por ejemplo la escuela secundaria y en especial cómo lograr que los docentes trabajen en forma más integral y concentrada junto a una reorganización de la enseñanza de la lectoescritura". 

 

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