Salud: qué es el temblor esencial, la condición que afecta a Horacio Rodríguez Larreta
La condición neurológica se puso en agenda hoy cuando el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, contó que a los cinco años fue diagnosticado con temblor esencial, que produce un movimiento involuntario en las manos, pero que, además, puede tener efectos en otras partes del cuerpo, e incluso, puede afectar la voz. El anunció público surgió luego de que se viralizara una foto en la que se lo veía tomando una botella de agua con las dos manos.
“Es la forma más común de temblor y produce el movimiento de las manos, que es el más frecuente, pero también puede afectar a las piernas, los brazos, la cabeza y el tronco”, explicó el neurólogo Conrado Estol.
Adolfo García, director del Centro de Neurociencias Cognitivas (Universidad de San Andrés), explicó que suele manifestarse también en la voz. Y completó: “El sistema motor es fundamental para el control de los órganos de fonación, aquellos que nos permiten producir sonidos lingüísticos al hablar. Cuando el sistema motor falla, es común que el habla presente alteraciones. En el temblor del habla se advierten problemas en el control de las cuerdas vocales”.
“Aproximadamente el 5% de la población puede tener temblor esencial, también conocido como idiopático”, señaló. Actualmente, no existe una causa que lo explique, pero en ciertos casos puede ser hereditario.
Y Estol indicó: “La persona que tiene un padre con temblor esencial tiene 50% de probabilidades de heredarlo, lo cual muestra que hay un componente muy claro, aunque también vemos gente con temblor esencial que ni el padre, ni la madre, ni los abuelos lo han tenido”.
Con respecto al temblor de la voz, García informó: “En la mitad de los casos, se trata de un cuadro heredado, ya sea del padre o de la madre. Por razones aún desconocidas, suele ser mucho más frecuente en mujeres que en hombres, un elemento que contribuye a este patrón podrían ser las diferencias anatómicas del aparato fonador entre hombres y mujeres”.
“Es un temblor postural y de acción. La persona nota dificultades en alguna actividad como tomar un vaso, cebar mate, escribir, usar la computadora. En otros pacientes el movimiento es mínimo y no afecta sus actividades cotidianas. En algunos casos si el temblor es más intenso puede alterar algunas actividades dependiendo de su ocupación”, detalló Anabel Chade, jefa de la Clínica de Parkinson de Ineco.
Diferencias
Muchas personas tienden a confundir esta condición con la enfermedad de Parkinson, pero son desórdenes diferentes, no están relacionados y tienen tratamientos totalmente distintos. “El temblor esencial es mucho más frecuente y yo diría unas ocho veces más frecuente que el temblor del Parkinson”, expresó el neurólogo.
“Un médico capacitado no debería confundir ambos problemas porque tienen características clínicas muy distintas: principalmente, el temblor esencial ocurre cuando la persona está haciendo algo, cuando sostiene una taza de té, cuando va a escribir, cuando va a realizar una actividad. El del Parkinson es característico cuando la persona justamente no está haciendo algo: cuando tiene apoyado el brazo sobre su pierna, la mano está temblando y los dedos también”, explicó.
“Cuando la persona que padece Parkinson camina y los brazos cuelgan al costado del cuerpo, las manos tiemblan. Mientras que en el temblor esencial, cuando las manos o los brazos descansan, no hay temblor, solo sucede cuando se realiza una actividad”, especificó.
Cómo afecta psicológicamente
El temblor esencial puede ser limitante dependiendo del grado de severidad de la afección. Están las formas leves, que apenas se notan, y las más severas, que cuando afectan las manos o los brazos provocan que las personas puedan tener desde una alteración en su capacidad para realizar actividades de la vida diaria hasta recurrir al aislamiento. “He visto cirujanos, concertistas de arpa, joyeros y relojeros que sufren esto. Todas estas personas necesitan mucha precisión y pulso para su trabajo, entonces ahí se altera realmente la capacidad de realizar las tareas”, contó Estol.
En este sentido, afirmó que el hecho de estar en una actividad social y que comiencen los temblores puede llegar a producir mucha vergüenza. “No poder agarrar cosas como tenedores, cubiertos, vasos, un plato, una taza, porque se hace muy notorio el temblor hace que un gran porcentaje de las personas se aíslen”, detalló.
“Los que tiene una forma especialmente severa se aíslan progresivamente y pueden hasta desarrollar depresión”, aclaró.
En ese sentido, Chade indicó: “A algunos pacientes los puede afectar la mirada de la sociedad sobre este trastorno. Es importante informar a la población, que es un trastorno que tiene tratamiento, muy frecuente y que la persona puede realizar todas sus actividades”.
El tratamiento
García señaló que en quienes padecen la condición se observan alteraciones en el cerebelo, una región cerebral que, a pesar de su reducida proporción, alberga un gran porcentaje de las neuronas y que cumple un rol clave en el aprendizaje, y en la realización y el control de movimientos corporales.
Se calcula que menos del 60% de los pacientes pueden tener una respuesta al tratamiento, según informó Estol.
“El tratamiento más antiguo es una medicación que se desarrolló para el corazón, los betabloqueantes. A algunas personas los ayuda bastante, todo depende de la severidad, incluso del lugar afectado. Va a ser un mejor efecto en el temblor de las manos que en el de la cabeza”, indicó. Y agregó: “Hay una medicación para la epilepsia que también ayuda. En extremos de un grado alto o de una incapacidad muy importante se pueden considerar hasta unos procedimientos quirúrgicos cerebrales en núcleos que controlan el temblor”.
Por su parte, Chade consideró: “Probablemente las personas que tengan mal pulso tienen temblor esencial pero no necesariamente consultan si el temblor no les afecta. Si el temblor no afecta la vida cotidiana no se trata y se controla. Si afecta la vida cotidiana se indica medicación para disminuir la intensidad y frecuencia” y sumó: “La rehabilitación de terapia ocupacional puede ayudar para mejorar la escritura si estuviera afectada y para utilizar herramientas para mejorar las actividades diarias”.