El Premio IgNobel -otorgado por la Universidad de Harvard- destaca a los investigadores que descubren relevancias en el cerebro humano que antes pasaban desapercibidas. Estas investigaciones deben ser curiosas y al mismo tiempo llamativas, como ocurrió con la del equipo de científicos argentinos que se llevaron el galardón de este año.
El equipo está liderado por el neurocientífico Adolfo García*, junto con Sol Fittipaldi*, Lucas Sedeño, Agustín Ibáñez*, Marcelo Berthier, María José Torres-Prioris y las españolas Diana López-Barroso y Estela Cámara. Su estudio -publicado en la revista Scientific Reports- obtuvo el premio mayor por investigar las actividades mentales de personas que son expertas en hablar al revés.
Los IgNobel son conocidos como los Nobel Lado B o Nobel Bizarro, ya que suelen tener un tono mucho más humorístico. Organizados por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR), los premios son presentados por una serie de colaboradores que incluye a auténticos Premios Nobel, durante una ceremonia organizada en la Universidad de Harvard.
La ceremonia se caracteriza por momentos anecdóticos en los que se lanzan aviones de papel al público, o por discursos de aceptación interrumpidos por una niña después de exactamente 60 segundos. Detrás de toda la diversión, el objetivo del premio es serio, ya que busca dar una perspectiva alternativa sobre la ciencia y destacar la importancia de investigaciones que a primera vista pueden parecer extrañas.
Cómo fue el estudio de los argentinos
Esta investigación científica no tiene precedentes en América Latina, y forma parte de un estudio aún más grande que buscar detectar la demencia a través de Inteligencia Artificial.
"Estudiamos el cerebro de gente que habla al revés", definió el propio García en las redes. En el trabajo -Neurocognitive signatures of phonemic sequencing in expert backward speakers-, analizaron los mecanismos neurocognitivos de la experiencia en el habla hacia atrás, ya que se cree que pueden ser una "ventana a los mecanismos fonológicos y a la secuenciación de fonemas".
Según los resultados, se cree que las personas que poseen esta capacidad tienen habilidades elevadas de secuenciación de fonemas, y de resultados que "iluminan una dimensión poco estudiada de la codificación fonológica-fonética, al tiempo que informan nuevos modelos de experiencia relacionada con el lenguaje".
*Adolfo García es especialista en neurociencias del lenguaje, y actualmente dirige el Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés. Sol Fittipaldi y Agustín Ibáñez son parte del equipo del mismo centro.