Adolfo García hoy se desempeña como director del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés. A lo largo de su trayectoria investigó incontables sucesos, sin embargo, sus últimas indagaciones llamaron la atención de la prestigiosa Universidad de Harvard.
Esta vez, se dedicó a entender y explicar qué pasa en el cerebro cuando hablamos "al vesre". De hecho, se trata de un estudio innovador, sin precedentes en Latinoamérica, para detectar demencia a través de inteligencia artificial. Esto llamó la atención del ambiente académico y, por eso, decidieron otorgarle un reconocimiento.
El estudio
García contó en las redes:
“Estudiamos el cerebro de gente que habla al revés”
Junto con su equipo de especialistas, analizaron los mecanismos neurocognitivos de la experiencia en el habla hacia atrás “como una ventana a los mecanismos que subyacen a la codificación fonológica, en general, y a la secuenciación de fonemas, en particular”.
Así fue que pudieron identificar “habilidades elevadas de secuenciación de fonemas” y estudiar “una dimensión poco estudiada de la codificación fonológica-fonética al tiempo que informan modelos de experiencia relacionada con el lenguaje”.
Ig Nobel para García
El Ig Nobel es un reconocimiento en el ámbito científico académico que busca, no solo reconocer los trabajos por su aporte a la humanidad, sino también por su carácter inusual. Se trata de un galardón de tintes humorísticos, organizado por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR). Según la propia academia:
“Los premios pretenden celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina y la tecnología”
El IgNobel, esta vez, fue otorgado a García por “primero hacer reír a la gente y luego hacerla pensar”.
Sin precedentes y con gran futuro
Adolfo García (director del Centro de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de San Andrés), junto al investigador del CONICET Agustín Ibañez (director del Instituto Latinoamericano de Salud cerebral e investigador del Global Brain Health Institute), decidieron unirse. El resultado es un equipo de expertos listo para encarar un estudio sin precedentes en Latinoamérica. Se trata de una investigación llevada a cabo para detectar demencia a través de inteligencia artificial, que tiene como sustento el habla de la población.
Este proyecto es relevante a nivel mundial, pero sobre todo regional, ya que la demencia es una patología que afecta casi al 15 por ciento de la población mayor de 60 años. De hecho, en Latinoamérica, los pacientes con demencia representan entre un 7 y un 13 por ciento en este sector generacional. En la mayoría de los casos existen diagnósticos errados y tratamientos fallidos. En este sentido, mejorar los procedimientos para la detección y tratamiento de la demencia se vuelve una misión alentadora.
Este proyecto nace de la colaboración entre investigadores de diferentes regiones, y busca generar herramientas para diagnosticar la demencia combinando inteligencia artificial con técnicas de análisis del lenguaje. Esta vez, dirigido a mejorar las condiciones de diagnóstico en Latinoamérica.
IA para detectar demencia
Actualmente, uno de los abordajes más novedosos para detectar la demencia consiste en realizar evaluaciones automatizadas del habla y el lenguaje (ASLA, por sus siglas en inglés). Con esta tecnología es posible realizar diagnósticos y previsiones con solo muestras de habla de los participantes. Sin embargo, estos métodos científicos se aplican principalmente en Estados Unidos y los principales países Europa. Mientras que en Latinoamérica no existen todavía evaluaciones específicas que tengan en cuenta las características regionales.
Ibañez y García buscan realizar este tipo de estudios pero dirigido a hablantes latinoamericanos. Esto se podría convertir en un gran paso para revertir la desigualdad que existe en la lucha global contra la demencia. En este sentido, Ibañez señala:
“Gracias a la inteligencia artificial podremos analizar grandes cantidades de datos e identificar patrones relacionados con la demencia. Este estudio podría permitir una comprensión más profunda de la enfermedad en el contexto latinoamericano, y el diseño de tratamientos e intervenciones más adecuados para la población de la región”.
Latinoamérica resiste
La necesidad de enfocarse en la región latinoamericana está sustentada en los diversos factores que influyen a la hora de desarrollar una enfermedad mental. Según su perspectiva
“La demencia en Latinoamérica tiene particularidades únicas relacionadas con factores genéticos, culturales, socioeconómicos y de salud. Caracterizarla desde una perspectiva científica en la región permitirá diseñar intervenciones específicas y adecuadas para la población”
Ibañez afirma:
“La demencia, lamentablemente, trae consigo varios estigmas. Cuando alguien la padece, el común de la gente siente desprecio hacia el envejecimiento y la pérdida de autonomía que conlleva. Hay un miedo y rechazo generalizado hacia la enfermedad, porque se suele asumir que todas las personas con demencia no pueden tomar decisiones por sí mismas o realizar tareas simples. Además, se suele ignorar o minimizar la opinión de la persona con demencia, y a los adultos que la padecen se los trata como si fueran niños, reduciendo su autonomía y dignidad”
Esos estigmas alrededor de la enfermedad provocan que se convierta en una patología subdiagnosticada. A esto, se le suman los factores de riesgo, que en nuestra región son muchos más, y tienen que ver con el contexto cultural, político y económico, que debido a sus características, aumenta el riesgo de demencia. Sobre esto, los investigadores establecen:
“Los latinos somos más susceptibles a condiciones como el alzhéimer y la demencia frontotemporal, probablemente por la combinación de factores genéticos, pero sobre todo ambientales. El exposoma o la combinación de factores físicos, como la contaminación, y sociales, como las disparidades socioeconómicas, tienen un profundo impacto en la salud cerebral y la demencia”
Esa desigualdad tiene también que ver con la dificultad en acceder a métodos de diagnóstico precoces. En este sentido, el proyecto de esta dupla argentina es clave. Así como también, defender la educación pública y el mantenimiento de los entes nacionales de investigación científica, para mejorar la calidad de vida de la población.