María Eugenia Testa: "Con casi tres mil kilómetros de costa, le damos casi nula importancia a nuestro mar y los recursos pesqueros"
El Atlántico Sur se volvió una zona caliente en el tablero geopolítico y comercial que se despliega en los mares. Las flotas depredadoras entran y salen de la milla 200, el límite de nuestra soberanía marítima, para pescar a granel, depredar los recursos pesqueros y dañar gravemente el ambiente.
A mediados de febrero, serán cerca de 600 las embarcaciones que estarán capturando ilegalmente calamares y otras especies, al ritmo de unas 500 mil toneladas anuales. Tales actividades le ocasionan al país un perjuicio por cerca de dos mil millones de dólares, casi la misma cifra que ingresaron en 2021 en conceptos de exportaciones de productos de mar.
Por otra parte, lejos de las aguas internacionales, la pesca ilegal de especies protegidas suma estrés al ecosistema marino. El fraude comercial en las pescaderías locales llega al 36% y la mayor parte corresponde a la venta de tiburón por atún o “pez pollo”. Esta práctica pone en riesgo la salud de los consumidores. No saben lo que comen.
Eugenia Testa es directora del Círculo de Políticas Ambientales y especialista en políticas de esa materia. Con ella conversamos sobre lo que pasa en el Mar Argentino: las disputas geopolíticas por los recursos, el cuidado del ecosistema, las enormes chances de crecer de la industria pesquera local y la nula mirada estratégica que tiene la dirigencia de un país que, casualmente, cuenta con tres mil kilómetros de costa.
- ¿En qué consiste la pesca ilegal dentro del mar argentino?
- Cuando se habla de pesca ilegal se habla de las incursiones que hacen las flotas de aguas distantes, las cuales están más allá de la milla 200. Estas intromisiones dentro del mar argentino se llevan a cabo con el objetivo de hacer capturas de forma ilegal.
-¿Cuáles son las flotas que pescan sin permiso en el Atlántico Sur?
- China es la nación con la flota más grande de esta clase; Taiwán y Corea del Sur también las tienen, al igual que España. Esta última no ha recibido una sanción por sus prácticas por parte de la Unión Europea, lo que habla de un doble estándar.
- ¿Fallan los controles de parte de la Argentina?
- Los controles se hacen, seguramente podrían haber más. Hay proyectos de ley para que la pesca ilegal sea considerada como delito penal; por lo tanto, si se captura una flota extranjera ya no sería una penalización administrativa o multa, sino un delito. Las flotas que están al borde de la milla 200, entren o no a aguas soberanas, afectan el recurso de igual manera. El límite es político. Por eso es importante la trazabilidad, para cerrar mercados a esa pesca.
- ¿Cuáles son los intereses internacionales en juego?
- Estados Unidos tiene una política fuerte de lo que es la trazabilidad de la pesca, sobre todo para combatir la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, por su disputa geopolítica con China. Además, lo asocian al abuso de los derechos humanos ya que buena parte de estas flotas de aguas distantes, en su mayoría chinas, exponen a la tripulación a la explotación laboral tanto a bordo, como en las plantas de procesamiento en tierra, como sucede en Asia. Por primera vez, la estrategia de seguridad de Estados Unidos incluyó en el 2022 a la pesca ilegal no declarada y no reglamentada como amenaza para los Estados Unidos.
- ¿Cuál es el rol del puerto de Montevideo en todo esto?
- El puerto de Montevideo le da soporte logístico y abastecimiento a los barcos que pescan por fuera de la milla 200. Por ejemplo, la organización Océanos Sanos de Uruguay denunció que todos los meses hay, al menos, un tripulante muerto por las condiciones de trabajo en el puerto y que se le brinda asistencia a barcos que hacen pesca no declarada y no reglamentada en el atlántico sudoccidental.
- ¿Cuál es la posición de Argentina?
- No lo sabemos; por lo menos no ha habido ninguna queja formal ante Uruguay. No está en la agenda de la política exterior argentina la pesca ilegal. El Estado argentino debería quejarse también ante China. Ante la Organización Mundial del Comercio la Argentina argumenta, con razón, que los subsidios a estas flotas afectan sus intereses, porque compiten por los mismos recursos de manera clandestina y con costos mucho más bajos.
- ¿En qué consiste el fraude en la pesca?
- El fraude se da específicamente en la comercialización al momento de declarar la pesca. Al levantar todo arrastran especies que no son comerciales y luego realizan un ““mal etiquetado”, proceso en el cual se reemplazan las especies más comerciales, como merluza o lomito de atún, por otras que tienen bajo valor de mercado, como los tiburones y las rayas.
- ¿Cuáles son las consecuencias de esas prácticas?
- Principalmente tres: el agotamiento de esas especies, que no son controladas por el Estado ni por las pesqueras; el fraude al consumidor, porque está comprando un producto que no es el que cree y, por último, las cuestiones de salud pública relacionadas a las alergias a determinadas especies o que provengan de lugares con mayor concentración de tóxicos en el ambiente.
- ¿Cómo afectan al ecosistema?
- Altera el ecosistema por la función que tiene, por ejemplo, el tiburón, que es el depredador más grande. Mantiene el equilibrio entre las especies a partir de la cadena trófica, que es cómo se van alimentando una de la otra. Entonces, al eliminar una especie alteras e impactas en toda la cadena. En los últimos 30 años, la población de cuatro de las especies más comunes de tiburones - escalandrum; cazón; bacota y gatopardo- disminuyeron en un 90%. También arrojan toneladas de residuos al mar incluyendo redes de pesca abandonadas, que siguen causando estragos a la vida marina por décadas.
- ¿Cómo se puede controlar?
- A través de la trazabilidad se obtiene la información básica de la especie que estás comercializando; qué tipo de pescado o marisco estás comercializando desde que se declara en puerto hasta que llega a la mesa. Existen proyectos de ley de trazabilidad en el Congreso, pero aún no fueron tratados.
- ¿Cuál es el lugar que ocupan estas cuestiones en la agenda política?
- Es casi nula en nuestro país la importancia a nivel político de todo lo relacionado al mar y los recursos, aun teniendo aproximadamente tres mil kilómetros de costa. Se desconoce o se minimiza el impacto que tiene la pesca en la economía, como también la contaminación de los océanos. Lo más grave es que desde el Estado ningún organismo o sector le está dando importancia estratégica al tema. Incluso se ve reflejado en la dieta, ya que en Argentina se consume solo cinco kilos de pescado por persona por año, contra veinte en el resto en el mundo.
Señas particulares
María Eugenia Testa es licenciada en Ciencias de la Comunicación y magíster en Política y Economía Internacionales (Universidad de San Andrés). Fue directora política de Greenpeace en la región; actualmente, trabaja junto a un amplio abanico de actores para lograr que el Congreso sancione la Ley de trazabilidad de la pesca como herramienta para combatir la pesca ilegal. Dirige el Círculo de Políticas Ambientales y es Docente de la UNSAM.